Cosquín: Así fue la 2° Luna Coscoína

El domingo fue la segunda luna del Festival de Cosquín escenario de emociones y sensaciones que quedaran grabadas a fuego en cada uno de los que presenció esta fría velada. Entre los más destacado, Hubo festejo y celebración con los 20 años de La Callejera, Los Carabajal demostraron con el pecho en alto por qué son los patriarcas de la chacarera. También la tucumana Sofía Asís con su propuesta fresca y contundente, el sentido homenaje al Hamlet Lima Quintana y el arrollador concierto de los Orellana Lucca.

Crónica por: Diego Montejo

Tras los tradicionales fuegos artificiales y la arenga de los locutores, La Callejera dio inicio a la a los conciertos de este domingo en el escenario Atahualpa Yupanqui, celebrando sus 20 años de historia con la música. Con toda la energía puesta al servicio del público y en complicidad absoluta fueron las chacareras del monte las que primerearon y ganaron los primeros aplausos. Chaco Andrada volvió a demostrar su capacidad de líder nato y compositor todo terreno que puede domar multitudes y sortear todo tipo de géneros sin hacer agua. La Callejera es una demostración de profesionalismo y respeto a la música de raíz marcando un mapa musical federal que va desde lo litoraleño a la música del noroeste más profundo.

Lo destacado: el homenaje a Coco Gómez, Chaco soy señor con aplausos cerrados, Soy América el simple que la banda lanzó en pandemia y Santiago querido de santiagueño Leo Dan.

Luego llegó Sofía Asís para revalidar su galardón cómo Revelación de la edición anterior. Simple y con voz clara la tucumana reivindicó a los pagos de la luna que tanto Yupanqui supo defender y contemplar. Cantó parte de su nuevo disco Septiembre que lleva la mano bendita del productor Hugo Casas, creador y visionario de grandes éxitos en el folclore como Los Nocheros. Con muy buen acompañamiento y secundada por su bombo también se dio lugar para cantar algunas zambas clásicas como Arriando camino, éxito de los Tucu Tucu, entre otras. Su invitado: Brunos Arias en una tierna versión Rio de Cholitas bailando que siguió con otras canciones características de la Puna jujeña.

Homenaje Hamlet Lima Quintana, un reconocimiento de Cosquín a uno de sus grandes poetas

“Sigo cantando y no muero y a veces me duele el cuero”, relata Halet Lima Quintana en el primer video que mostró la pantalla de escenario. Marián Farías Gómez, Enrique Llopis, Casiana Torres, Carlos Bergesio, Julio Lacarra, Mónica Abraham, Jorge Giuliano, Leo Bernstein, Martín Castro, su hijo Felipe Lima y su nieto Martín Lima, formaron parte de este generoso colectivo artístico.

Fue Enrique Llopis quien dio inicio con el simple y bello poema Gente necesaria, un retrato que invoca a la sencillez, dando lugar a las microevoluciones en el marco de la cotidianeidad absoluta. Luego Carlos Bergesio cantó Los hijos y los pájaros, poema de Hamlet Lima Quintana, donde él es autor de la música. Siguieron Julio Lacarra y Mónica Abram con Pampa genial, Casiana Torres con La cuatrereada y Marian Farías Gómez con La amanecida, zamba de Hamlet con muisca de Mario Arnedo Gallo que carga con la historia de haber sido escrita en su casa y que fuera estrenada por Los Huanca Hua en Cosquín en la década del 60´.

Capítulo aparte y de espacio para la memoria y justicia fue La canción para Carlos alonso, cantada por Enrique Llopis y a poyada con un video inédito donde comparte actuación junto a Hamlet en una función de finales de la década del 80´en el teatro Fundación Astengo de Rosario. Un momento emocionante que retrotrajo viejos recuerdos y luchas. El recuerdo de Castro-Urdiales en España, sitio que Horacio Guarany eligió para pasar su exilio. Allí fue el encuentro entre Carlos Alonzo, Armando Tejada Gómez y Quique Llopis. Momento que quedó retardado en esta canción y una foto que hoy escribe la historia, la de muchos que escaparon al dolor y la barbarie de una dictadura genocida que hizo desaparecer a Paloma, la hija de Carlos Alonso.

En la poesía la vida siempre triunfa y eso representó Zamba para no morir, el himno de Hamlet Lima Quintana que popularizó Mercedes Sosa y que en las gargantas de todos estos grandes amigos quedó para siempre guardado en algún rincón de la Palza Próspero Molina como símbolo de igualdad. En el cierre cantaron todos Los pueblos de gesto antiguo, una bella alegoría a las poblaciones del interior profundo de nuestra América. “Me iré con la lucha a cuestas y el alma abierta, Allá me voy a vivir2”, escribe Hamlet con su sabiduría en este poema musicalizado por Llopis.

Orellana Lucca, una apuesta a la evolución constante con sonido propio 

Ya entrada la madrugada y como penúltimo número, Manuel Orellana y Rodolfo Lucca vinieron a demostrar que es posible tener un gesto de identidad en el marco de la música de raíz. Desde esa óptica quedó claro que el folclore está en movimiento, que depende de asumir riesgos y transitar camino aún desconocidos llegar a buenos puertos. 

Los santiagueños arrancaron presentando temas de su último disco Sendas del que tocaron la bellísima zamba De un sueño, la canción Decirte cantando y la chacarera Memorial del fuego, entre otros. Además de un sentido homenaje al maestro Juan Carlos Carabajal, fallecido en 2022, con Chacarereando, canción compuesta por el músico y docente de Quimili en coautoría con Manuel Orellana, un gigante de la música santiagueña que dejó este último registro como testimonio de una obra intensa y en muchos casos todavía por descubrir. El espacio de clásicos fue breve con Zamba milagro del tiempo, muy aclamada por la platea y Chacarera Santiagueña.

Los Carabajal con la Sacha Fuga, un cuarteto de cuerdas de jerarquía

Los Carabajal, leyenda del folklore argentino, cerraron la noche de Cosquín tras lo que fue una extensa gira por todo el país en celebración por los 55 años de historia de la legendaria agrupación originaria de la ciudad de La Banda en Santiago del Estero. Tuvieron de invitados al cuarteto de cuerdas la Sacha Fuga, un fuerte respaldo musical a una banda consolidad y fuerte.

La formación actualmente integrada por Carlos “Kali” Carabajal, Mario “Musha” Carabajal, Walter Carabajal y Blas Sansierra, sigue los pasos que iniciaron aquellos pioneros con las ganas de llevar la tierra del patio santiagueño a cada escenario del país y del mundo, obviamente que Cosquín no fue le excepción. El sueño que de muy jóvenes comenzaron Agustín y Carlos Carabajal y que hoy es una marca ineludible del folclore argentino, está intacto. Esta escuela de formación musical por donde pasaron muchos músicos y cantores que luego triunfaron con sus proyectos personales, tiene vigencia infinita y muchos caminos para seguir recorriendo.

El publicó de Cosquín no fue ni es ajeno a esta historia de jerarquía y sin dudar esta vez abrazó de nuevo  cada una de las canciones del cuarteto santiagueño. Repertorio extenso, dividido en tres partes, donde hubo clásicos y temas nuevos en un basto recorrido por el andar del grupo. Y cuando frio de apoderaba de la noche el fuego de las gargantas de estos cantores dio calor a quienes resistían en la platea y también a los que se animaron a bailar libremente en las butacas.

Este será un momento memorable para el grupo, que podría comparase con otros acontecimientos. Los Carabajal construyen identidad y celebran el hacer provinciano, en su música está cada santiagueño por más lejos que se encuentre de los pagos del mistol.  Así lo dijo Musha Carabajal al despedirse entre el estruendo de los aplausos que decantaban en una ciudad que siempre los recibe con los brazos abiertos y donde durante años abrieron las puertas de sus casa con su recordada peña, espacio que quien se diga amante el folclore imposible que pueda olvidar.

El resto de la grilla se completó con El Capataz (ganador del Pre Cosquín como conjunto de malambo), los chaqueños Vale el trago (Destacados de espectáculos callejeros en 2022), las Postales de Catamarca y de Tucumán, esta última una provincia que tuvo un importante protagonismo ya que también tuvo a la mencionada Assis (radicada en Córdoba), la ascendente Belén Herrera y el Dúo Heredero.